martes, 20 de marzo de 2012

No temor, no muerte.

No merezco ningún halago, no merezco ni pan para saciar esta hambre de silencio.
No merezco ninguna pregunta, no merezco ninguna respuesta, no merezco ninguna replica por su parte.
La voz dormida empieza a querer despegar, los pies parados a querer pisar el carbón haumado de la realidad y la mente filosófica a querer pensar de que otra manera puede filosofar.
Desde aquí voy anunciando mi muerte con la compañía de Satán y Belcebú por presente.
No merezco ser resistencia pura contra mi ser, no merezco ser lo bueno dentro de lo malo.
No merezco dibujar balas de donde no las hay, no merezco imaginar fuerza de donde no la tengo.
Soy la lengua del dragón bendecida por el mal que solamente sirve para envenenar y engañar.
Soy lo mejor desde una punta a otra.
No merezco esta acumulación de peso, no merezco este desafío tan inmenso.
No merezco una vela por un rezo, no merezco ni mil llamas esperandome en mi cama.
Soy el dios de mi propio pensamiento y aturdimiento.
Soy quien manda en esta jaula de perros muertos.
Soy quien juzga que quiero y tengo.
Soy peor que el fuego y el hielo
juntos.
Soy la sangre oscura que se mezcla junto a la tuya.
Soy la locura, la no locura.
Ya empece mi muerte.
Soy quien buscas.
Soy quien te cura.
Soy tu peor secreto.
Soy la muerte pura.
Soy quien te nombra en el rezo.
Soy quien te espera con el cuerpo tenso.

martes, 6 de marzo de 2012

Sustancia pulverizada (CnH2n + 10H)


Te quiero tan delicadamente
como cuando la porcelana cae al suelo
y se hace mil pedazos.
Tú y solamente tú
puedes darme esa sensación de agrado hiperventilado.
Nunca me importa de que color te presentes.
Nunca me importa quien me vea contigo.
Te siento tan sutilmente
que cuando entras en mi boca
y mis papilas gustativas te notan
toda mi lengua se estremece
y mi cabeza se retuerce...
Tú y solamente tú
puedes hacer que todo sepa agrio.
Nunca me importa que beses todos mis glóbulos con desencanto.
Nunca me importa que después me de cuenta de que todo es un engaño.